El
día 22 tuvo lugar la excursión al Monasterio de la Oliva y el castillo de Olite,
Temiendo por la climatología, que al final se comporto de una manera bastante
aceptable. Pasamos algo de frio, porque la temperatura era baja y además en lo
alto de las torres del castillo soplaba un viento que dejaba en pañales a
nuestro cierzo de Zaragoza.
Menos
mal que las visitas, tanto al Monasterio como al castillo, nos hicieron casi olvidar el frio, tanto
por su belleza como por las
explicaciones fantásticas y no exentas de humor, sobre todo en el caso del
monje del monasterio,.
Entre
ambas visitas tuvo lugar la visita al restaurante, para degustar el menú
elegido previamente que colmó, tanto en calidad como en cantidad, el gusto de
los comensales, que salieron muy satisfechos.
Luego
terminamos la excursión con una corta visita a Tudela, pero ya la tarde se
terminaba, y el frio y el cansancio nos hicieron volver al autobús, incluso
algún minuto antes de la hora prevista.
Pero
en general la gente quedo satisfecha esperando la próxima excursión.