El día 3 de Noviembre salimos a las 9 de la mañana hacia Tarazona, con el dia amenazando lluvia y bajada de las temperaturas, y la verdad es que fuimos todo el camino lloviendo y al llegar a destino y bajar del autobús , también llovía, pero no de forma excesiva, de tal manera, que con los paraguas abiertos era suficiente para poder empezar la visita guiada por la parte alta de Tarazona o sea por la muralla romana.
Continuamos
por el barrio del Cinto y la Juderia y entramos a visitar el Palacio Episcopal,
bajando a continuación hasta la plaza del Ayuntamiento, donde termino la visita
guiada.
A
continuación fuimos al restaurante, y para entonces ya había dejado de llover y
lucia el sol. La comida fue el espectáculo
del día, con un menú extraordinario, tanto en cantidad como en calidad.
De la comida (sin siesta ) salimos hacia la catedral ,para la visita guiada que
teníamos prevista
Fue
una sorpresa extraordinaria, por la magnificencia del monumento y su buen
estado de conservación. Ayudo mucho las buenas y documentadas explicaciones de
la guía, que mantuvo la atención de los oyentes .Terminamos a las seis de la
tarde, y acudimos al autobús, cansados, y con nueva amenaza de lluvia que se
plasmo en cuanto iniciamos el camino de regreso.
Llegamos
a Zaragoza satisfechos y contentos por el buen desarrollo de la excursión, pero
otra vez lloviendo. En fin, un día, diferente y pasado por agua , que dicho sea
de paso también hacia falta.