Hoy hemos inaugurado una exposición de fotografías, de puertas antiguas del valle de Benasque.
Como es natural, la calidad de
las fotografías, unido al entorno donde se encuentran y su antigüedad, que
salta a la vista, es un tema lo suficientemente interesante, para concentrar la
atención del público asistente, como así ha sido.
El autor Argimiro López, que
además también toca el acordeón y cultiva flores, es un enamorado de la
fotografía y dispara su cámara en cuanto ve algo que le llama la atención, y
disfruta con ello, y eso se transmite a su obra, dándole un toque personal.
En definitiva, una
inauguración entretenida, y con una buena asistencia, entre los que había algún
fotógrafo que también colabora con el Centro.