Salimos de Zaragoza camino del Centro de retiro, estudio y práctica del Budismo que desde 1984 se encuentra en el Prepirineo aragonés. Desde el lugar en el que está la vista de las montañas con el colorido del otoño es espectacular.
Con el guía accedemos a través de un Arco
de Bienvenida a la parte pública del Centro que se puede visitar. Allí
vemos el templo con colorida decoración, el gran molino de oraciones, las
estupas y la estatua de Buda. Todo de gran interés.
Una gran parte del recinto no se puede
visitar. El guía nos dice que allí residen los monjes y los que llegan para
participar en las numerosas actividades que se llevan a cabo.
Después de una comida que fue del agrado
de todos, pasamos la tarde en Barbastro, capital del Somontano.
Unos paseando, otros comprando productos
típicos como vino, aceite y, sobre todo, los famosos crespillos o disfrutando
del magnífico día que hizo en alguna de las terrazas que había.
Volvimos a casa después de haber
disfrutado de un día estupendo y deseando que llegue el día de la siguiente
excursión.
