El día 20 de Abril fuimos de excursión, como estaba programado, a la villa medieval de Ainsa. Un excursión, que, debido al buen tiempo reinante, entendiendo por buen tiempo, unas temperaturas dignas del mes de Junio y sin viento ni lluvia, aunque madrugando un poco, dada la distancia que hay desde, Zaragoza, pero merece la pena, visitar un lugar tan privilegiado, aunque termines cansado físicamente.
Como siempre, con muy buen
ambiente, y magnifica compañía, amén de una buena comida y en abundancia.
Tanto, la guía acompañante,
como el conductor son muy buenos profesionales, tratamos de hacer su labor más
llevadera, con nuestra actitud, y puntualidad, y así nos lo reconocen. Les
damos las gracias por ello.
También agradecemos la
colaboración de nuestros compañeros, con su comportamiento.
En definitiva un día
diferente y extraordinario, que nos invita a preparar una nueva excursión, eso
si después del verano.